Hoy me llamó el poeta Sergio De Matteo desde La Pampa. Su voz estaba triste, se le notaba la pena.
"Se nos fue el Maestro", fue lo primero que me dijo, y ese baldazo de agua fría aún sigue mojando.
Pocas semanas atrás, le dedicamos un programa en La Molienda. Ahí, se pudieron escuchar sus poemas entonados en su voz, y fue una buena excusa para recordar aquella visita que poetas de distintas partes del país hicimos a su pequeña casa en Santa Rosa (siempre gracias a las gestiones de Sergio, autor, además, del prólogo al libro de Bustriazo que editamos en el suri porfiado).
Hoy se nos fue: quizá una neumonía, quizá el cansancio de los años, el agotamiento por la incomprensión y el abandono. Como Olga Orozco, Francisco Madariaga o Joaquín Gianuzzi, Juan Carlos Bustriazo Ortiz es otro de los grandes poetas argentinos que logran dejarnos más solos con su muerte.
De mí parte, como le escribí alguna vez, sólo me queda volver a agradecerle por su canto, el fulgor de la letrumbre, que seguirá brillando a pesar del olvido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario