POEMAS INÉDITOS DE VALERIA RESENITE

( )
Ya no me importa
ponerme a pensar en lo que hubiera sido si
hay cosas que no tienen precio
deudas que nunca se pagan
-la impronta de tus ojos por ejemplo-
estoy escribiendo un poema
que tengo atragantado
sin forma
y no quiero gritarlo
frente a esta máquina que me hace arder los ojos
pienso en la forma
en otras tantas cosas
que no puedo olvidar
o poner en otro lado
afuera hace frío
adentro el poema carece
de espacios /señales
lugares
vomito el poema sin lengua
refugio/ abrazo lastimero
porque me quedan muchas cosas por decir
y sigo
sin encontrar la forma
sigo adelante que no es poco
y me las aguanto
y escribo.

( )
Después del corte
las cosas son como son
y no como creíamos que eran
la sucesión de imágenes en blanco
ahora tiene color
y tiene peso
cara / ojos cerrados
ojos pudriéndose de tanto mirar hacia adentro
el vidrio que nos separaba era real
siempre estaba sucio o empañado
costó sacarle brillo al marco
hacer relucir los costados menos rebeldes
aunque el corte duela todavía
podemos ver qué hay
ahora
que nada nos separa.

( )
La mano forma parte de un trozo de papel
marcado antes de ser leído
una estructura que casi
se sostiene sola
¿se sostiene,
o sólo brilla oscura dentro del papel?
algo desprovisto de nombre
letras sueltas intentan palabras usadas
rotas de tanto decir lo poco probable
lo prohibido
oscura está de tanto
cansada está de tanto
vacía en la voz
de cualquiera que se cree con derecho
pronunciada en eco
muda palabra que nunca
volveremos a oír.

( )
Desesperada viene de a ratos a mentirme
a decirme que estoy en paz con el mundo
mientras el espejo me devuelve
el rostro empapado
y la cicatriz invalidada por la misma calma

es que no quiero rodar otra vez
calle abajo
vida abajo
como una loca
perder el rumbo
es que no quiero
palabras hilvanadas en
imposibles

temí a todos los ojos
hice demasiado ruido entre las piedras
cuando el golpe

busqué maneras
como de río y su estremecimiento
como ruido que no tiene cabida
en otra parte

es que no puedo
dejar entrar otra vez el aire tibio
de la mañana
estoy acostumbrada a la noche
llevo mas abrazo inconcluso
mas insomnio que calma en mi cabeza

habito puentes sitiados
por algún ángel solitario
perros en celo
ellos meditan sobre mi
como si se tratara de algo importante.